Mediante el estudio acústico se justificó la correcta adecuación acústica de cuatro centros deportivos, localizados en Sevilla (2 centros), en Móstoles y en Chiclana; de forma que los niveles de ruido generados en el centro deportivo y transmitidos al ambiente exterior, no se encuentren por encima de los niveles máximos permitidos por la normativa aplicable.
Para ello se calculó el aislamiento acústico de los cerramientos del edificio del centro deportivo, y teniendo en cuenta los niveles de ruido generados en su interior, se estimaron los niveles de ruido transmitidos al exterior.
Teniendo en cuenta la baja sensibilidad acústica del centro deportivo (podemos considerar todos los recintos del centro como recintos de actividad), los estudios acústicos se centraron en los niveles de ruido transmitidos desde el centro deportivo al exterior, es decir, se cuidó de que no existan molestias por ruidos a terceros.